Cuándo una propiedad tiene valor histórico-cultural
Criterios de la VPHB (Asociación de Propiedades Históricas Privadas, Países Bajos) ![](https://mcusercontent.com/a0b5bf507ece3df30fa10e070/images/bbd38aff-7ef2-aedc-44dd-e12914950005.png)
Los edificios construidos no solo consisten en la casa en sí misma.
El interior, el entorno, la función que tienen y las historias que han vivido son también de gran valor histórico-cultural. Esto se aplica a todos tipo de edificios: iglesias, molinos, castillos y, por supuesto, fincas de campo.
Los siguientes valores están relacionados entre sí: si la función del edificio cambia, el interior se ve afectado. Por tanto, es importante respetar estos cinco aspectos y mantenerlos en su coherencia lo mejor posible:
- Edificio: El núcleo del monumento está formado por el edificio. En el caso de las fincas rústicas, estas suelen tener una calidad arquitectónica especial.
- Interior: El interior de un edificio contribuye significativamente a su valor histórico-cultural. Si la situación original se ha conservado bien en las propiedades, esto resulta en beneficio del valor del conjunto.
- Entorno: Un entorno (inmediato) que esté en armonía con el monumento es fundamental para la apariencia. Una casa de campo con un entorno armonioso o auténtico, como un jardín o un parque, también es de mayor valor
- Uso: Si un monumento aún tiene su función auténtica, esto contribuye a su valor histórico-cultural.
- Conciencia histórica: La conciencia de la historia del monumento (y sus alrededores) contribuye al valor del patrimonio. La gente puede formarse una imagen del pasado del lugar o conocer las historias que lo rodean. Esto proporciona un mayor conocimiento del pasado y contribuye a la formación de la identidad del área y la sociedad (local).
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